TODO ARDE...
Al volver a casa anoche decidí pasarme por la Plaza de los Fueros para saludar a mi viejo amigo Bunbury, y recordarle que aun me debe los euros de "Flamingos".
Llegué a los ultimos estertores del concierto, para oir "El jinete" y "La despedida". La plaza estaba bastante llena, aunque no creo que llegara a las 2000 personas que le vimos hace cinco años en el Paseo Sarasate. Mucho nostálgico de los 90 pidiendo canciones de los héroes.
Bunbury volvió para tocar un tango. La verdad es que me gusta el sonido que le da a las canciones, con tanta cuerda y tanto viento. Resulta un poco chocante y paradójico que un hombre tan en contra de la piratería lleve en su cabeza un sombrero... con el símbolo pirata.
El concierto terminó de la mejor manera posible: con dos canciones de los Héroes del Silencio, "Deshacer el mundo" y "La chispa adecuada", para jolgorio y alboroto de todo el público. Bunbury las presentó como canciones que no tocaba desde hacía mucho tiempo, que ni se acordaba de cuando eran, pero que aun merecía la pena cantarlas. y tenía razón, que grandes son esas canciones. Mereció la pena el rodeo de vuelta a casa sólo para oirlas.
Se intuia otro bis, pero, sorprendentemente, cambió de opinión, y los roadies salieron a desmontar el escenario un rato después de que Bunbury se hubiera ido, para desilusión del respetable. Y de ahí a casa. Hoy toca Jarabe de Palo. A ver que tal.
Llegué a los ultimos estertores del concierto, para oir "El jinete" y "La despedida". La plaza estaba bastante llena, aunque no creo que llegara a las 2000 personas que le vimos hace cinco años en el Paseo Sarasate. Mucho nostálgico de los 90 pidiendo canciones de los héroes.
Bunbury volvió para tocar un tango. La verdad es que me gusta el sonido que le da a las canciones, con tanta cuerda y tanto viento. Resulta un poco chocante y paradójico que un hombre tan en contra de la piratería lleve en su cabeza un sombrero... con el símbolo pirata.
El concierto terminó de la mejor manera posible: con dos canciones de los Héroes del Silencio, "Deshacer el mundo" y "La chispa adecuada", para jolgorio y alboroto de todo el público. Bunbury las presentó como canciones que no tocaba desde hacía mucho tiempo, que ni se acordaba de cuando eran, pero que aun merecía la pena cantarlas. y tenía razón, que grandes son esas canciones. Mereció la pena el rodeo de vuelta a casa sólo para oirlas.
Se intuia otro bis, pero, sorprendentemente, cambió de opinión, y los roadies salieron a desmontar el escenario un rato después de que Bunbury se hubiera ido, para desilusión del respetable. Y de ahí a casa. Hoy toca Jarabe de Palo. A ver que tal.
2 comentarios
Anónimo -
mce79 -