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Desorden

PEPEWORLD FESTIVAL

PEPEWORLD FESTIVAL

A las 17:45 llegué en el SuperMicra a la Plaza de Las Ventas. Me sorprendió ver que, a pesar de la fecha, la hora y la climatología (un sol de espanto), mucha gente estaba ya haciendo cola para entrar en el recinto. Conseguí aparcar sin demasiados problemas cerca de la plaza, y pagué religiosamente la zona azul. Al tratarse de "zona espectaculo" podía sacar un ticket de hasta cuatro horas.

Entré en la plaza y cojí un buen sitio, bastante cerca del escenario, y bajo ese sol de justicia, dispuesto a disfrutar de los cinco conciertos del día: Zeno and the Stoics, Triangulo de Amor Bizarro, Kasabian, The Killers y The Smashing Pumpkins.

Hubo un cambio en el guión establecido, y los primeros en actuar fueron el Triangulo. Un grupo español muy interesante, al que le sobra que el cantante cante a grititos como si fuera una histérica. Por otra parte, la organización no los respetó nada. Hubo muchos problemas de sonido, lo cual retrasó la actuación. Cuando por fin iban a empezar, apareció un pipa de Kasabian y se puso a probar la batería, ante la mirada estupefacta del grupo. "Hola, somos Triangulo de Amor Bizarro y el concierto empezará en cuanto este señor abandone el escenario". El señor abandonó el escenario, el concierto empezó y a la octava canción apareció otro señor de la organización haciendo claros gestos para que terminarán ya con su actuación. Supongo que querían paliar al máximo el retraso. Así que el Triangulo dedicó su última canción a Pepeworld. Ah! la canción se llamaba "Hijos de puta".

Este mismo retraso fue el encargado de que Zeno and the Stoics sólo tocaran cinco canciones. Seis tipos con pintas raras hacian una mezcla de Oasis, U2, El Canto del Loco con ramalazos de Simple Minds (Laaaa laralalaaaa). Sin pena ni gloria.

El primer plato fuerte fue Kasabian, uno de los grupos británicos de moda. Cabe decir que entre el público había mucho adolescente y adolescenta con camisetas de Killers y Kasabian. Yo, la verdad, apenas he escuchado una canción de ellos, salvo en el Singstar Rock. Sentía mucha curiosidad por escucharlos, y no me defraudaron. Tampoco es que sean la gran maravilla, pero tienen temas muy interesantes.

Al terminar este concierto abandoné mi privilegiada posición para reunirme con unos amigos del Meno, con los que había quedado. En ese momento fue cuando más gente entraba. Claro, los dos principales atractivos de la noche estaban a punto de empezar.

The Killers habían generado mucha expectación. La Plaza de las Ventas estaba llena, y todo el mundo botó cuando empezó a sonar "Sam's Town". La verdad que fue un concierto muy parecido al de Barcelona de Noviembre, con algún pequeño cambio en el orden, y con alguna novedad. Y de menor duración, es lo que tiene un festival. Como he dicho, todo el mundo botó. Fue impresionante ver como toda la plaza coreaba temas como "Somebody Told Me" o "Bones". Sin duda, The Killers acabarán comiéndose el mundo, aunque ahora los gafapastas renieguen de ellos.

Al terminar la actuación de The Killers los adolescentes abandonaron las primeras posiciones para dejársela a los talluditos. Llegaba el momento estelar de la noche, el retorno de los Smashing Pumpkins, uno de los grandes referentas del rock alternativo de los 90, con sus nuevas canciones, su nueva bajista, su nuevo japo guitarrista y sus temas míticos.

En el año 2000 Billy Corgan anunció la desaparición de The Smashing Pumpkins, alegando que no podían luchar contra el "britniespearismo" del que se había apoderado el mercado musical. Su gira despedida pasó por Madrid, en uno de los conciertos más peculiares que he vivido. El de ayer fue mucho más accesible. Aunque empezara con una paja mental guitarrera de unos diez minutos, en seguida llegaron los primeros clásicos: "Today" y "Bullet with butterfly wings". ¡Los Smashing han vuelto! Se evidenció que para esas horas (el concierto empezó a las 00:15) y tras cinco horas de conciertos el público empezaba a acusar el cansancio. Aun así, quedaban fuerzas para cantar los clásicos, y para admirar las nuevas obras de un disco "Zeitgeist", que Corgan aseguró que sabía que todos nosotros nos lo ibamos a descargar de internet... lo dijo en tono de reproche, pero a continuación aclaró que no le importaba, que lo importante era que lo escucharamos. El concierto tuvo su parte acústica, con "33" y "To Sheila", para terminar con un bloque de clásicos: "Tonight Tonight", "Disarm", "Stand inside your love", "1979" y "Real love" (canción inédita que se incluyó en sus grandes éxitos). En ese momento mis compis de concierto, en su afán por encontrar un taxi sin problemas, empezaron a abandonar la plaza. Yo tenía mis reticencias, ya que confiaba en algún bis inesperado, como así fue: "Muzzle", una canción de su mejor disco, que nunca fue single, pero que el público conocía y cantó. Perdí a mis compis cagaprisas, pero gané un buen bis.

A la salida, me alegré infinitamente de haberme llevado el coche, a pesar de mis miedos al tráfico madrileño. Eso sí, cuando llegué a mi barrio, no paré de preguntarme como se me ocurrió alquilar un garaje a 20 minutos de casa, mientras luchaba contra el cansancio y el sueño.

2 comentarios

ace76 -

¿Quiénes son los vecinos de la plaza de las Ventas? ¿Existen?

Bah, menudo rollo de festival... :-P

Joserra -

Los Smasinssss pankinssss comenzaron a las doce??? ¿en la plaza de las ventas??? ¿y los vecinos no se quejan? Dios mío, Madrid nunca dejará de sorprenderme en muchos sentidos.
A mí me dijeron que los Smasinsss caca de la vacota