EL DÍA QUE LA POLICÍA SECUESTRÓ MI COCHE
Fue hace unas semanas. Uno de esos sábados que fui a trabajar. Cuando estaba atravesando la puerta de Llodio me llamaron al móvil.
"¿Sí?"
"Le llamamos de <mi antigua casa>. ¿Tiene usted un Nissan Micra azul?"
"Sí..." Yo pensé que igual el ayuntamiento de Madrid había descubierto que ya no vivía ahí y que, por tanto, había perdido el derecho a aparcar en la zona.
"Y está aparcado en frente del palacio de congresos, ¿no?"
"Sí..." O vete a saber, igual le habían dado una hostia monumental...
"Pues mire, es que lo tiene que mover, porque hay un evento en el palacio de congresos que exige máxima seguridad"
¿¿COMO?? ¿¿Que tengo que mover mi coche correctamente aparcado sólo para que alguien pueda dar su congreso?? El caso es que quien fuera que me estuviera llamando me pasó con el agente al cargo.
"Buenos días, mire, su coche está aparcado en la zona de seguridad del palacio de congresos, y estamos liberando la zona."
"Pero agente, yo ahora no puedo ir a mover mi coche!" Yo entiendo que la seguridad es importante, y la apoyo, creedme, pero en aquel momento me cagué en todo.
"La solución que le ofrezco es la siguiente, nos podemos llevar el coche y usted lo recoge después en el depósito, sin cargo alguno, siempre y cuando lo recoja hoy mismo."
Bueno, ese era el mal menor, así que acepté, a regañadientes, pero bueno. Más tarde descubrí que el coche no estaba secuestrado en el deposito que me habían dicho, sino en otro. Por suerte lo descubrí por internet, y no yendo al depósito en concreto.
Tras firmar el papel para recuperarlo y verificar que no tenía cargo alguno, me acerqué a la segurata que me acompañaría hasta mi coche.
"Has tenido suerte, no te han cobrado nada" - me dijo ella.
Respiré hondo, y con toda mi indignación, pero sin perder la compostura, le respondí
"¡ES QUE SÓLO FALTABA!"
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dee -
ace76 -