TENÍA QUE PASAR...
De un tiempo a esta parte he cambiado mis costumbres en el metro. Ahora ya no leo. Ahora espero a encontrar un sitio para sentarme y dormitar. Independientemente de la hora, ya pueden ser las siete de la mañana como las cuatro de la tarde o las doce del mediodia. Me siento, cierro los ojos y a medio dormir. Manteniéndome siempre alerta para que, cuando llegara mi estación, levantarme del sitio y volver al mundo de los vivos.
Y, claro, tenía que pasar. Hoy estaba especialmente cargado de sueño. Tanto que incluso he salido de casa habiendo olvidado lavarme los dientes y ponerme el cinturón. Y al llegar a mi parada, he abierto un poco los ojos... pero he sido incapaz de reaccionar a tiempo... pues nada, hasta la próxima parada. Suerte que la siguiente era ya el final de la línea. Me he vuelto a dormir. Llego a estar en la línea 10 y acabo en San Sebastian de los Reyes.
Así que me bajo del tren, empiezo a subir las escaleras para ir al otro andén, y a mitad de escaleras mecánicas me encuentro con que en el tren que acababa de dejar había gente sentada esperando. "Pardillos" - pensé - "No se han dado cuenta de que el recorrido termina aquí, je, je, je... mmmm... ??? ... mierda...". En efecto, queridos lectores, el tren había entrado en la estación por el andén contrario... de tal modo que yo estaba abandonando precisamente el anden al que quería dirigirme. Esas personas no eran pardillas, eran mis futuros compañeros de vagón. Resultado: he hecho la cosa más estupida jamás vista, nada más terminar la escalera mecánica de subida, media vuelta, y coger la de bajada. ¿Qué habrá pensado de mi la gente?
Ya de nuevo en el vagón, he optado por mantenerme de pie, para luchar contra el pertinaz sueño que me invadía. Ahora tengo una divertida anécdota que contar.
6 comentarios
rev -
Joserra -
mce79 -
Tendré que ponerle freno a esto. Me iré a jugar a paddle.
dee -
mce79 -
Los que van de traje y corbata son telecos y/o consultores.
ace76 -