EXAMINARSE EN LA UNED
No estoy acostumbrado a hacer exámenes de test. Y eso lo noté el otro día.
Fui a hacer mi primer examen de la UNED, en mi centro asociado. Llegué media hora antes, demasiado pronto, por lo que tuve que esperar un rato en la biblioteca, repasando fórmulas, sin saber en ese momento que ese esfuerzo iba a ser baldío. Llegó la hora y subí al aula donde se hacían los exámenes. Exámenes en plural, puesto que los exámenes de todas las carreras se hacen conjuntamente. Llegas y te preguntan que asignatura y que carrera, imprimen una hoja de enunciados, te dan una hoja de respuestas, y a examinarse.
Aun estaba algo sorprendido por no haber tenido que acreditar mi identidad en ningún momento cuando empecé a leer las preguntas. La desesperanza se dibujó en mi rostro cuando vi que apenas había ejercicios de los que yo había estudiado. También es verdad que habiendole dedicado tres días mal contados a hacer ejercicios no podía esperar gran cosa. El caso es que le tuve que echar lógica e imaginación para poder responder hasta 10 preguntas.
El examen constaba de 20 preguntas. Medio punto por respuesta correcta, 0.15 punto menos por respuesta incorrecta, 0 puntos por respuesta nula. 5 puntos para aprobar. Yo tenía 5 preguntas seguras, 3 más casi seguras. Eso suman 8 respuestas correctas, 4 puntos. En este momento a nadie se le escapa que necesitaba responder al menos dos preguntas más. De todas las preguntas restantes había unas cuantas de las que no tenía ni idea, y 4 que podía aventurarme a responder. Y aquí llegó la duda. Si respondo a dos preguntas más llegaré a 10 respuestas... pero si fallo una sola de las preguntas estaré suspendido. Si respondo a 11, y una de ellas es erronea estaré suspendido igualmente. No merece la pena responder a 11, o me quedo en 10 o respondo al menos 12. Si respondo 12 no empeoro el resultado que obtendré con las 11 respuestas. Si las 11 estan bien y la 12ª está mal sigo aprobando. Y si con las 11 estoy suspendido, fallar la 12ª solo me suspenderá más.
Finalmente me armé de valor, y respondí 12 preguntas. Repasé, entregué el examen, tanto la hoja de respuestas como la de preguntas, y me fui de ahí pensando en el tema de las 10 ó 12 respuestas.
Estaba ya en el metro, cuando me di cuenta de que, una vez respondidas 11 preguntas, podía habermela jugado tranquilamente hasta llegar a 14. Para perder al menos medio punto necesito tener 4 preguntas mal. Entonces, si estoy aprobado con 11 preguntas, puedo fallar 3 sin miedo. Y si estoy suspendido con 11, me da igual seguir fallando. 14 respuestas, esa era la cifra correcta, y no 12. Eso me pasa por no estar acostumbrado a exámenes de test.
4 comentarios
Lolo -
Por cierto, también soy ingeniero, será por eso que hice las cuentas. ;-)
Valentin -
la mitad de la gente que se presenta a esos exámenes no se ponen a sacar las cuentas que tú has hecho :D
je je...
mce79 -
rev79 -