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Desorden

THE RESISTANCE IN MADRID

THE RESISTANCE IN MADRID

Las ventanas de tres grandes rascacielos se fueron encendiendo poco a poco. En el interior de los rascacielos se observaban siluetas blancas idénticas, alienadas, subiendo por las escaleras. Al poco ya no pudieron subir más, y empezaron a caer escaleras abajo.

Mientras tanto, observábamos atónitos como el escenario estaba vacío de instrumentos. Unicamente esos tres rascacielos, mientras la música ambiental empezaba a hacerse más y más fuerte, apoderándose del palacio de deportes de Madrid.

Hasta que las fachadas de los edificios se derrumbaron y, en el interior de cada uno de ellos, aparecieron Matt Bellamy y sus chicos, tocando "Uprising" para el deleite del público sobre unos pedestales luminosos. Un arranque espectacular que prosiguió con "The Resistance".

Con los acordes de "New Born" los pedestales comenzaron a descender hasta llegar al nivel del suelo, momento en que Matt Bellamy abandonó su pedestal para acercarse al público y, tras unos segundos de distorsión, desatar la locura con el atronador guitarreo de la canción que abría su segundo disco. Desde la grada en la que nos habían obligado a acomodarnos veiamos como la marea de gente en la pista se movía de un lado a otro, arrastrados por la energía del sonido de Muse. En ese momento me acordé de "My Iron Lung" y "Bullet With Butterfly Wings" (sé que al menos ace76 entenderá por qué :D ).

Muse podría hacer un concierto con sólo temazos. Tienen repertorio de sobra. Dos temas de su anterior disco fueron la primera muestra de ello: "Map of the problematiqué" y "Supermassive Black Hole". A continuación se fueron alternando temas clásicos con temas nuevos, siendo especialmente mágicos "United States Of Eurasia" y "Feeling Good", con Bellamy al piano multicolor elevado, y con un público coreando y entregado.

Mención especial merece también la batería giratoria con acompañamiento de bajo.

En la recta final destacó la concatenación de "Starlight" con "Plug-In Baby" y "Time Is Running Out". Nunca había visto a una grada saltar tanto. Quedamos absolutamente deshidratados y afónicos. El espectáculo de Muse estaba siendo brutal, y aún quedaba el bis.

Bis, o bisazo. Muse se convirtieron en filarmónica para hacer la primera parte de Exogenesys, la sinfonía instrumental que cierra su último disco, "The Resistance". El acompañamiento audiovisual fue perfecto. Y tras los cuatro minutos de sinfonía se desató la locura con "Stocholm Syndrome". ¡Grandes!

El concierto se cerró con una fascinante "Knights Of Cydonia" (¡¡El círculo de la muerte!!), canción que, sencillamente, es incomentable.

Así terminó el concierto, sin dar pie a más bises, con la sensación de que aun podrían haber dado un poco más. Un par de peros más se le puso al concierto: Total ausencia del primer disco de la banda, "Showbiz", y el hecho de que cantaran "Guiding Light".

Tras el concierto, el público fue en masa al MUSEo del jamón a reponer fuerzas.

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