LOS MANITOS
Hoy me he estado acordando de la que sin duda fue mi mayor gesta deportiva (a excepción de las victorias en dobles sobre Ezquer). Se trató de la victoria del debil sobre el fuerte. De la venganza de los empollones sobre los deportista. De la rebelión de los oprimidos.
En el colegio yo tenía dos grupos de amigos: los flipados con los que salía de marcha, y los jinetes del apocalipsis, que son los que, a la postre, han demostrado ser amigos de verdad. Bueno, lo llamo colegio, pero estabamos en 3ºBUP (1º de Bachillerato actualmente) cuando ocurrió todo esto. Como buenos adolescentes que eramos, nos gustaba el futbol. Eran los tiempos de De La Peña, Suker, Kodro, Romario... la marcha de Laudrup al Madrid. Los flipados de mis amigos eran unos flipados y se creian dioses del futbol, y nos humillaban a los jinetes cuando jugabamos. Nosotros nos divertíamos jugando, aunque, personalmente, a mi me daba mucha rabia esa actitud.
Así que en el campeonato del colegio nos juntamos los cuatro jinetes para hacer un equipo nosotros cuatro, con otro más. Algo que nunca habíamos hecho, pero que decidimos hacerlo como diversion más que nada. El "otro más" tenía que ser un buen jugador, así que contactamos con Josean, repetidor, hombre de pocos amigos, y que no participaba en ningún equipo oficial, a pesar de que era muy bueno. La oferta que le hicimos fue muy tentadora: podía chupar todo lo que quisiera (futbolisticamente hablando, mal pensados!!) sin encontrar represalias. Así que nos juntamos los cinco y nos apuntamos, con un nombre que desde entonces se convirtió en talismán: "Los Manitos".
El primer partido, contra unos de un año menos, acabó en empate a uno. No estuvo mal.
El siguiente partido era contra los flipados de mis amigos. El comienzo no pudo ser más desesperanzador: 3-0 en contra. Los tres goles los metió Manolo "Mano en boca, wuo wuo wuo, rebote culé" Tello. El más flipado de todos, y el que más nos humillaba cuando jugabamos. Pues, aunque parezca mentira, con paciencia, trabajo y Josean, conseguimos remontar y ganar el partido 4-3. Como gloria personal diré que yo meti los dos primeros goles, y que luego Josean me dijo que eso le había dado esperanzas para meter los otros dos y ganar el partido. La cara que se les quedó a los flipados fue maravillosa, y fue una dulce venganza que hoy aun recuerdo con placer. A la entrada en clase, fuimos recibidos con aplausos y ovaciones. Actualmente pienso que pudo haber un tono burlesco en esos aplausos, pero no importa, yo los recuerdo con orgullo.
Conseguimos clasificarnos para la ronda final (ganamos todos los partidos restantes), que consistia en semifinales a doble partido y finales. Nos enfrentabamos a uno de los equipos formados por jugadores del equipo oficial de futbito del colegio. Nos fulminaron en los dos partidos (creo que 7-4 y 11-5, o algo así). Sin embargo, la primera parte del primer partido terminó con 3-1 a nuestro favor. Yo metí dos goles preciosos, de esos que no se olvidan. El público estaba atónito y los rivales no se lo creian. Al final la lógica se impuso y vencieron los mejores. Dani metió cuatro goles en uno de estos dos partidos y se convirtió en nuestro orgulloso pichichi.
No ganamos el trofeo, pero sí el recuerdo de que, por unos momentos, "Los Manitos" sacudimos todo el sistema social del colegio. Que nos quiten lo bailao.
En el colegio yo tenía dos grupos de amigos: los flipados con los que salía de marcha, y los jinetes del apocalipsis, que son los que, a la postre, han demostrado ser amigos de verdad. Bueno, lo llamo colegio, pero estabamos en 3ºBUP (1º de Bachillerato actualmente) cuando ocurrió todo esto. Como buenos adolescentes que eramos, nos gustaba el futbol. Eran los tiempos de De La Peña, Suker, Kodro, Romario... la marcha de Laudrup al Madrid. Los flipados de mis amigos eran unos flipados y se creian dioses del futbol, y nos humillaban a los jinetes cuando jugabamos. Nosotros nos divertíamos jugando, aunque, personalmente, a mi me daba mucha rabia esa actitud.
Así que en el campeonato del colegio nos juntamos los cuatro jinetes para hacer un equipo nosotros cuatro, con otro más. Algo que nunca habíamos hecho, pero que decidimos hacerlo como diversion más que nada. El "otro más" tenía que ser un buen jugador, así que contactamos con Josean, repetidor, hombre de pocos amigos, y que no participaba en ningún equipo oficial, a pesar de que era muy bueno. La oferta que le hicimos fue muy tentadora: podía chupar todo lo que quisiera (futbolisticamente hablando, mal pensados!!) sin encontrar represalias. Así que nos juntamos los cinco y nos apuntamos, con un nombre que desde entonces se convirtió en talismán: "Los Manitos".
El primer partido, contra unos de un año menos, acabó en empate a uno. No estuvo mal.
El siguiente partido era contra los flipados de mis amigos. El comienzo no pudo ser más desesperanzador: 3-0 en contra. Los tres goles los metió Manolo "Mano en boca, wuo wuo wuo, rebote culé" Tello. El más flipado de todos, y el que más nos humillaba cuando jugabamos. Pues, aunque parezca mentira, con paciencia, trabajo y Josean, conseguimos remontar y ganar el partido 4-3. Como gloria personal diré que yo meti los dos primeros goles, y que luego Josean me dijo que eso le había dado esperanzas para meter los otros dos y ganar el partido. La cara que se les quedó a los flipados fue maravillosa, y fue una dulce venganza que hoy aun recuerdo con placer. A la entrada en clase, fuimos recibidos con aplausos y ovaciones. Actualmente pienso que pudo haber un tono burlesco en esos aplausos, pero no importa, yo los recuerdo con orgullo.
Conseguimos clasificarnos para la ronda final (ganamos todos los partidos restantes), que consistia en semifinales a doble partido y finales. Nos enfrentabamos a uno de los equipos formados por jugadores del equipo oficial de futbito del colegio. Nos fulminaron en los dos partidos (creo que 7-4 y 11-5, o algo así). Sin embargo, la primera parte del primer partido terminó con 3-1 a nuestro favor. Yo metí dos goles preciosos, de esos que no se olvidan. El público estaba atónito y los rivales no se lo creian. Al final la lógica se impuso y vencieron los mejores. Dani metió cuatro goles en uno de estos dos partidos y se convirtió en nuestro orgulloso pichichi.
No ganamos el trofeo, pero sí el recuerdo de que, por unos momentos, "Los Manitos" sacudimos todo el sistema social del colegio. Que nos quiten lo bailao.
10 comentarios
ace76 -
Miguel, eso último que cuentas es digno de Julio Salinas!
Miguel -
Miguel -
Diego, Xabi, Andres, Pipo, Eduardo Indurain, David Sole, ¿Sancho Sesma?, y no se si alguno mas...
Alineaciones de los flipaos:
"wuowuowuo", Juanpi "Fregona" Pelaez (como portero, en sustitucion de Dani), "Tabi", "Maqui", Balerdi, "Moxilero" Bernal, ¿"Punterano" Naya?, ¿"Chui"?
Una puntualizacion: El gol metido desde el centro del campo fue el 2-1. Diego estaba... vete a saber lo que estaba haciendo, pero en la porteria no había nadie. Yo tenía el balón. Raúl me grita: "Campo!! Tiraaaaa!!". Y yo pense, "Voy a tirar, a ver que pasa" Y entró, jejejeje.... El 3-1 fue obra de un contragolpe iniciado por Raul y finalizado por mi tras regatear al portero, Sole. Corri hacia mis compañeros mientras el patio se venia abajo y nos aclamaba.
Del segundo partido no recuerdo nada. ¿Llegamos a ir ganando? Puede ser...
¿Crees que Josean se acordará de nosotros? ¿Que pensaria si se enterara de que a veces recordamos estos momentos como unos de los mejores de nuestra adolescencia? ¿Sera consciente de lo felices que nos hizo? ¡¡Grande Josean!! ¡¡Me uno a Dani en su homenaje!!
horror_bcn -
ace76 -
horror_bcn -
Manitos: Josean, Campo, Palan, Raúl y Dani.
Rival (no recuerdo el nombre): Diego, Xabi, Andrés, Pipo y ... arg, me falta uno!!
horror_bcn -
horror_bcn -
ace76 -
Manitos al poder, oeoeoeoe!
Amaya -