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Desorden

Están locos estos madrileños

EL DÍA QUE LA POLICÍA SECUESTRÓ MI COCHE

EL DÍA QUE LA POLICÍA SECUESTRÓ MI COCHE

Fue hace unas semanas. Uno de esos sábados que fui a trabajar. Cuando estaba atravesando la puerta de Llodio me llamaron al móvil.

"¿Sí?"

"Le llamamos de <mi antigua casa>. ¿Tiene usted un Nissan Micra azul?"

"Sí..." Yo pensé que igual el ayuntamiento de Madrid había descubierto que ya no vivía ahí y que, por tanto, había perdido el derecho a aparcar en la zona.

"Y está aparcado en frente del palacio de congresos, ¿no?"

"Sí..." O vete a saber, igual le habían dado una hostia monumental...

"Pues mire, es que lo tiene que mover, porque hay un evento en el palacio de congresos que exige máxima seguridad"

¿¿COMO?? ¿¿Que tengo que mover mi coche correctamente aparcado sólo para que alguien pueda dar su congreso?? El caso es que quien fuera que me estuviera llamando me pasó con el agente al cargo.

"Buenos días, mire, su coche está aparcado en la zona de seguridad del palacio de congresos, y estamos liberando la zona."

"Pero agente, yo ahora no puedo ir a mover mi coche!" Yo entiendo que la seguridad es importante, y la apoyo, creedme, pero en aquel momento me cagué en todo.

"La solución que le ofrezco es la siguiente, nos podemos llevar el coche y usted lo recoge después en el depósito, sin cargo alguno, siempre y cuando lo recoja hoy mismo."

Bueno, ese era el mal menor, así que acepté, a regañadientes, pero bueno. Más tarde descubrí que el coche no estaba secuestrado en el deposito que me habían dicho, sino en otro. Por suerte lo descubrí por internet, y no yendo al depósito en concreto.

Tras firmar el papel para recuperarlo y verificar que no tenía cargo alguno, me acerqué a la segurata que me acompañaría hasta mi coche.

"Has tenido suerte, no te han cobrado nada" - me dijo ella.

Respiré hondo, y con toda mi indignación, pero sin perder la compostura, le respondí

"¡ES QUE SÓLO FALTABA!"

GASTRONOMIA MADRILEÑA 9: LAS CROQUETAS DE BONO

Cuenta la leyenda, y éste artículo de El Pais, que en el año 2000, cuando U2 vinieron a Madrid a una gala de premios Amigo, se pasaron por el Casa Julio, situado en la calle Madera de Malasaña, para hacerse unas fotos promocionales. También cuenta la leyenda que a Bono le encanlidaron las croquetas de ese rincón madrileño.

El otro día me fui con un energúmeno siberiano a comprobar si esas croquetas son tan buenas como cuenta la leyenda, y de paso, honrar a nuestros adorados U2.

El resultado fue muy positivo. Una ración de doce croquetas bastó para convencernos de las bondades de esas croquetas. En una de ellas nos pareció ver la cara de Bono, e incluso teníamos la sensación de que nos cantaban mientras nos las comiamos. Las croquetas fueron variadas, el servicio atento y el local limpio. Por si fuera poco, el tema nos resultó bastante barato. Por unos doce euros cada uno comimos croquetas, cinco cervezas y patatas con mojo.

En resumen, un pequeño descubrimiento, al que tenemos que volver algún día.

GILIPOLLEZ #2

GILIPOLLEZ #2

Hoy, en chistes chorras que se pueden hacer con el Metro de Madrid...

 

¡¡¡Ssshhh!!! ¡Cierra la boca, que estamos llegando a CALLAO!

CHORRADA #1

CHORRADA #1

Hoy, en chistes chorras que se pueden hacer con estaciones del metro de Madrid...

 

¡¡¡Flipa con LA ELIPA!!!

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 8: MACEIRAS

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 8: MACEIRAS

Si en el fondo yo se que lo que os mola son este tipo de artículos, que no quereis que hable de política, música, cine... ¡¡lo que quereis es que hable de comidas (me refiero a ingestión de alimentos, no a comidas de las otras)!!

El Maceiras es una arrocería gallega que está en la Calle Huertas. Su especialidad es, evidentemente, el arroz, concretamente arrox marineira. Consiste en arroz con emperador, mejillones, gambas y calamares. Por tan sólo 7€ la ración, y es una ración generosa. No es de extrañar que esté completamente lleno. El sistema para conseguir mesa es dejar tu nombre y el número de personas y esperar en la calle a que salgan a gritar tu nombre. Existe la posibilidad de tener que compartir mesa. Así de lleno está. Mesas y sillas son de madera, al más puro estilo tasca de toda la vida. La carta es también de madera, concretamente paletas de pintor.

Aparte del arroz, el Maceiras se caracteriza por servir vino Alvarinho, y por servir el agua en unas botellas de gigantesco tamaño. Para completar la ingestión de alimentos cuenta con entrantes variados, la mayoría de ellos relativos al mar: calamares, pulpo, zamburiñas... y naturalmente, un surtido de postres gallegos, tarta de santiago, filloas...

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 7: MARINA VENTURA

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 7: MARINA VENTURA

En la calle Ventura de la Vega, en pleno Barrio de las Letras madrileño, hay una pequeña arrocería, llamada Marina Ventura.

La conocí el día que mi super-jefe nos invitó a comer ahí, y desde entonces mi no-tan-super-jefe y yo hemos ido en varias ocasiones.

El trato es muy correcto por parte de los camareros, y el ambiente muy agradable. Solemos pedir el menú del día, que supone tan solo 14€ (Otros sitios, como el Pasta Nostra, te clavan 20€ por una pizza y un postre, y tardan 40 minutos en atenderte). El menú consiste en cuatro primeros y cuatro segundos a elegir. Entre los primeros más destacados están los tallarines con pollo y gambas, el pisto manchego o el queso de cabra con cebolla caramelizada.

Y, naturalmente, el segundo plato suele contenter algún tipo de paella, generalmente la mixta. Y les queda deliciosa. Te la sirven recién hecha, un poco socarrada por encima, y todos los tropezones son comestibles, no tienes que andar retirando cabezas de gamba. Las raciones son generosas, imposible quedarse de hambre.

En cuanto a los postres, también hay unos cuantos para elegir, y generalmente están buenos. Aunque a veces intentan colarte unas natillas con canela como crema catalana, pero no todo puede ser perfecto.

Por otra parte, están los pequeños detalles que se agradecen. Es uno de esos sitios donde puedes pedir más pan sin que te lo cobren, donde te retiran las migas de la mesa antes de pasar al postre, donde te ofrecen un chupito digestivo al terminar la comida, y donde como aperitivo te sirven un caldico cuando hace mucho frio.

Un sitio muy recomendable, especialmente para los que trabajen cerca.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 6: INDOCHINA

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 6: INDOCHINA

Situado en la calle Barquillo, en la difusa frontera entre Chueca y la Calle Alcalá, se encuentra el Indochina, restaurante que combina a la perfección el estilo hindú con el estilo chino.

De hecho, basicamente es un chino con entrantes de hindú. La decoración es correcta, tiene varios salones a los que se llega subiendo y bajando escalones, y los camareros son todos chinos, de esos chinos que no conocen tu idioma.

Pero vamos a lo importante, a la comida (ingestión de alimentos). Al ser una comida (ingestión de alimentos) de empresa (bueno, empresa empresa...) nos ofrecieron un menú de degustación cerrado. Los entrantes consistieron en delicias indias fritas: una bola de pescado picante, un trozo de jamón envuelto en una hoja que nos avisaron que no se comía, pollo empanado rodeado de fideillos, todo ello muy bueno.

A continuación vino el plato principal: una caja con cuatro compartimentos. En uno de ellos cuatro gambas gordas en salsa de piñones. A las gambas no les habían quitado la cola, supongo que para poder cogerlas sin problemas, pero yo me metí una entera en la boca, y mastiqué cola de gamba. Otro de los compartimentos contenía una especie de ternera caramelizada que estaba deliciosa, pero había de comerse en pequeñas cantidades, que si no cargaba un poco. El tercer compartimento contenía pollo con anacardos, para el cual el adjetivo delicioso se queda corto. El último de los compartimentos era un sencillo arroz frito con setas.

El postre, más bien poco currado. Tartas y sorbetes de frigorífico, sin mayor reseña.

Todo ello bien regado con vino y copazas agüita. Para nosotros estaba subvencionada, pero me soplaron que el precio de este menú de degustación era de 20€ + bebidas, lo cual no lo convierte en un sitio barato, pero tampoco caro.

Y se me ha abierto el apetito cosa mala... hoy voy a comerme el comedor entero.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 5: MALASAÑA CHIC

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 5: MALASAÑA CHIC

Desde siempre la concepción que yo tuve de Malasaña era la de una zona de bares donde los heavies, indies y gafapastas variados iban a tomar cervezas y cubatas mientras escuchaban buena música. Ponían cara intensa al principio de cada canción, asentían con la cabeza, señalaban al techo y decían "estos sí, estos si que eran buenos... después se vendieron..."

Por eso me sorprende haber encontrado en poco tiempo un par de locales que se alejan de este concepto. El primero de ellos fue el restaurante al que fui ayer; el "A dos velas". Como veis en la carta, el menú es muy variado, desde pollo indio hasta huevos rotos pasando por tempura y croquetas de gamba. Hay un plato llamado "Estoyadieta" y otro llamado "Mañanamepongoadieta". No había sitio arriba, así que nos metieron abajo, en una especie de gruta o bodega con techo de bóveda.  Un local decorado con muy buen gusto, y muy acogedor.

En cuanto a la comida, optamos por las croquetas de gamba con salmolejo, y un pollo indio, que era pollo al curry con anacardos y arroz brasmati. Todos los platos que veiamos pasar tenían pintaza. No nos quedamos de hambre, y sumándole la bebida nos salió a 11€ por cabeza. No es barato, pero tampoco caro. El VIPS o el Foster te salen por más que eso a nada que te descuides un poco.

El otro local que descubrí no hace mucho, fue el "Home Burger Bar", donde nos invitó el rey moro Joserra el día de su cumple. El local está diseñado como si de una cafetería americana de los años 70 se tratara... o al menos así es el concepto que tengo yo de las cafeterías americanas de los años 70. El plato estrella, naturalmente, las hamburguesas. Yo no recuerdo cual me comí, porque probé varias, "La Caprichosa", "La Clasica", "La Tandoori"... esta ultima fue mi favorita, y mi recomendación.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 4: EL BOCATA DE CALAMARES

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 4: EL BOCATA DE CALAMARES

Mira que es algo tipico de Madrid, el bocata de calamares. Pues ha tenido que pasar un años y cuatro meses para que yo me comiera un bocata de calamares en Madrid. Y fue cerca de la Plaza Mayor, donde hay unos cuantos baretos que se dedican a esta delicatessen, al módico precio de bocata + caña a cuatro euros.

Inicialmente la idea de meter calamares a la romana entre pan y pan y zampartelos puede resultar sorprendente, incluso repulsiva. Sin embargo, el resultado es de lo más gratificante.

Los bocatas estos eran tipo los de la imagen. Un panecillo abierto y repleto de calamares rebozados y desbordados. Calamares de estos tiernecillos, que los muerdes y se parten, no de esos que te quedas con el calamar en los dientes y el rebozado en las manos. Delicioso. Yo le puse un poco de mayonesa para darle un poco más de sabor y estaba aun mejor, pero realmente no le hacía falta.

ñam, ñam... ¿porque me pongo a pensar en estas cosas justo a la hora de comer? Burla

KARPAS TEATRO

KARPAS TEATRO

El viernes pasado me lancé a una nueva aventura cultural en la capital: el teatro. Buscando obras baratas en atrapalo encontré "Tres sombreros de copa" de Miguel Miuhra por tan sólo 10€ en un lugar llamado Karpas Teatro.

Este teatro se encuentra en el barrio de Lavapiés, cerca de la parada de Antón Martín. Yo esperaba encontrarme un teatro tipo el Gayarre de Pamplona (el único teatro que conocía, por otra parte), con sus palcos, sus gradas, su escenario enorme. Nada más entrar en el Karpas descubrí que no era así. Más bien parecía una casita antigua. Los dos señores que cortaban las entradas eran entrañables ancianos, y guardaban el dinero de las entradas en una caja. Un perrito ladraba a la gente impunemente. Música jazz de décadas pasadas llegaba a nuestros oídos desde algún rincón remoto. Me recordó muchísimo al cine parroquial de Isaba. Parecía que hubieramos hecho un viaje en el tiempo a los años 40, por lo menos.

Finalmente bajamos al sotano, donde estaba el patio de butacas, con 63 asientos, que es el que veis en la foto. La obra estuvo bien, divertida la mayor parte del tiempo, un poco pesada a ratos. Era un poco tarde, y el sueño vencía a ratos. El problema de ser un sitio tan pequeño es que los actores pueden darse cuenta de tus bostezos, y molestarse, así que hay que tener cuidado con los gestos.

En definitiva, una experiencia entrañable, y si alguna vez quereis ir al teatro, esta es una buena opción.

I LOVE MADRID

I LOVE MADRID

Madrid es el corazón de España, tal y como demuestra esta imagen de la contaminación lumínica de la comunidad de Madrid.

Y ahora que me acuerdo... ¿yo no tenía que entregar unos premios o algo así?

¡YA ESTÁN AQUÍ LAS PELUCAS!

¡YA ESTÁN AQUÍ LAS PELUCAS!

La excursión vespertina de ayer al centro fue un fracaso a la hora de cenar en el melo's, pero un éxito para comprobar que, ahora sí, por fin, la navidad ha llegado a Madrid. ¿Y cómo nos hemos dado cuenta de esto? ¿Luces navideñas? ¿Hordas de gente comprando regalos? ¿Villancicos? ¡No! ¡Las pelucas! ¡Ya están aquí!

¿Que en qué consiste esto de las pelucas? Se trata de una tradición ancestral de la villa de Madrid, como los bocatas de calamares, o quedar donde el oso y el madroño. Con la llegada de la navidad se monta en la Plaza Mayor el mercadillo navideño, éste donde se perdía Txentxo en "La Gran Familia". Además de figuritas de belén y diversos adornos, se venden pelucas, de todo tipo, de todos los colores, y de todas las formas. Los madrileños las compran y pasean con ellas puestas, con gran orgullo, ante la mirada atónita de quienes no conocen esta tradición. Recuerdo que el año pasado lo flipé. Al principio pensé que sería un grupo aislado de despedida de soltera o algo así, o unos guiris con ganas de hacer el tonto, pero cuando vi que el temazo estaba muy extendido, entendí que se tenía que tratar de algún tipo de ritual madrileño, como así me lo confirmaron más adelante.

Lo curioso es que los madrileño lo ven de lo más normal y, de hecho, piensan que se hace en todas partes, si hacemos caso a este artículo que he encontrado por ahí. También he descubierto que mañana hay una quedada abierta para quien quiera apuntarse, cuyo objetivo es comprar pelucas y chuzarse a cañas por los garitos del centro.

Así que ya lo sabeis, si paseais por el centro de Madrid durante el periodo navideño y veis pelucas, no os extrañeis. Es normal.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 3: EL CHINO DEL PARKING DE PLAZA DE ESPAÑA

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 3: EL CHINO DEL PARKING DE PLAZA DE ESPAÑA

La Plaza de España es uno de los lugares más emblemáticos de Madrid. Ahí muere la Gran Vía y nace la calle Princesa. Durante algún tiempo albergó al edificio más alto de España. Hay un monumento a Cervantes, y un templo egipcio, transportado piedra a piedra desde el mismo Egipto.

Y debajo de todo esto, hay un parking. Y este parking tiene una galería comercial. Y esta galería comercial es como otro mundo. Es una pequeña Chinatown sumergida bajo Madrid. Lleno de pequeños comercios con letras chinas. Entre estos comercios se encuentra una cafetería china. Es un local muy pequeño. Apenas tiene cinco mesas. Carece de todo tipo de elegancia. No tiene ninguno de los adornos que se ven en los chinos a los que estamos acostumbrados. Ni cuadros de dragones, ni estanques con peces, ni farolillos... Las camareras son chinas, apenas hablan español, y hay que explicarles que una clara es una cerveza con limón. La carta está en chino, puesto que los principales clientes de este local son chinos. Siempre he pensado que un restaurante chino en el que comen chinos ha de ser un auténtico restaurante chino, de auténtica comida china.

¿Y qué tal estaba la comida? Deliciosa. Tomamos un plato de empanadillas de carne hervidas, otro de tallarines fritos y otro de pollo con verduras chinas. Todo estaba delicioso, yo creo que nunca he comido mejor en un chino. Naturalmente, comimos con palillos, con una habilidad reducida, pero no con tanta torpeza como cabía suponer. Los tres platos y la bebida no llegaron a 15 euros.

Todo un descubrimiento de sitio. Y al parecer es bastante famoso. Cuando salimos de ahí se había formado una gran cola para entrar. Un lugar especial, sorprendente, con ciertos tintes mágicos, y sobre todo, comida exquisita.

ARRASTRADO POR EL RASTRO

ARRASTRADO POR EL RASTRO

"¿Qué llevas un año en Madrid y aun no has estado en el rastro?"

Pues no, nunca había estado en el rastro. Sabía de su existencia, un mercado enorme donde puedes comprar baratijas y donde puedes ser robado sin grandes dificultades. Uno de los lugares emblemáticos de Madrid.

"Un sitio donde puedes comprar cosas viejas, que no antigüedades" - comentó un amigo mio.

Así que este domingo por fin fui al rastro. Una fria mañana cuasi invernal. Y así descubrí lo que es el rastro. Un montón de puestecillos donde puedes comprar cosillas, sobre todo ropa de chica, pasminas, pañuelos, bufandas... Algún que otro puesto con cosas interesantes, con bonitas lámparas, espejos...

Pero en general me dio la sensación de ser un lugar lleno, llenísimo de gente, donde pocas cosas realmente interesantes había para comprar (y yo que había sacado 50€ por si encontraba algo bonito). Vamos, que sí, que mucho lugar emblemático y tal, pero que tampoco es para tanto. Quizá si no hubiera habido tal marea de gente podría haberlo apreciado mejor.

Eso sí, sirvió como una gran excusa para dar un paseito e ir a comer de tapas a un lugar llamado Anina donde nos comimos unas tostas deliciosas (la mia de aguacate, queso de cabra y vinagreta de miel)

MADRID, CIUDAD DE CONTRASTES

MADRID, CIUDAD DE CONTRASTES

Un bar cualquiera de La Latina, Madrid: dos cañas, una coca-cola y un pincho = 6.5€

 

Un bar cualquiera cercano a la estación de metro de Iglesia, Madrid: dos cervezas = 9€

 

Madrid, ciudad de contrastes.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 2: CHOCOLATISIMO

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 2: CHOCOLATISIMO

Existe en Madrid una cadena de restaurantes llamados Gino's, que son restaurantes italianos sin grandes pretensiones y, más o menos, asequibles. Tienen los típicos platos italianos, pasta, pizzas, etc...

Pero si hoy destacamos este local en Desorden es por uno de sus postres: el Chocolatísimo. Tal y como su nombre indica, la base de este postre es el chocolate.

¿Qué es exactamente el Chocolatísimo? En realidad se trata de algo muy sencillo: Es una magadalena de chocolate rellena de chocolate caliente. De este modo, el chocolate se mantiene dentro de la magdalena hasta que le clavas la cuchara. El chocolate caliente baña todo el bizcocho gradualmente, y servido a la temperatura correcta resulta delicioso. Viene acompañado de chocolate caliente por encima y de una bola de helado de vainilla, que genera el contrapunto frio al calor del chocolate. Los que somos realmente golosos pedimos que nos cambien el helado de vainilla por chocolate, y el resultado es aun mejor.

La única pega de este postre es que en ocasiones se le puede rebautizar como Pequeñísimo, o Carísimo.

LA CALLE DE NAVARRA

Estaba el otro día paseando por Madrid y me encuentro con la calle de Navarra. Decidí adentrarme en ella y conocerla, ¿y con que me encuentro? Adoquines en la calle en vez de asfalto. Muy bien, muy adecuado, muy de Navarra.

Proseguí mi camino por la calle de Navarra, ¿y que fue lo siguiente que me encontré que llamó mi atención? ¡Una casa okupa! Sí señor, sin duda, estamos en la calle de Navarra.

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 1: EL MELO'S

GASTRONOMÍA MADRILEÑA 1: EL MELO'S

El Melo's se encuentra en Lavapies, a medio camino entre la estación de metro de Lavapies y de Tirso de Molina. Se trata de un sitio bastante pequeño, pero que siempre está a reventar de gente. Sólo tienen ocho platos en su menú, pero de entre ellos destaca uno sobre manera: la Zapatilla.

¿Qué es una Zapatilla? (Tengo que ponerlo en mayúscula, es un manjar demasiado grande como para humillarlo con una inicial minúscula). Es como un sandwich, hecho con rodajas de pan cabezón de esos grandes y alargados, alcanzando los casi dos palmos de largo. El pan está tostado, y entre ambos panes descansan ingentes cantidades de queso, lomo y panceta. Pero cuando digo ingentes quiero decir que el sandwich tiene una altura mayor que un puño, y que los ingredientes rebosan por todos lados. Es imposible comérsela uno solo, hacen falta al menos cuatro personas.

Un atracón de grasa y calorías que sienta muy bien al cuerpo. La carne está en su punto, el queso, derretido, lo impregna todo... mmm... acabo de comer pero aun así se me hace la boca agua.

Aparte de las Zapatillas, el Melo's sirve raciones de croquetas deliciosas, de bechamel y jamón. Una bechamel practicamente líquida, pero que no se cae, y que está deliciosa. Y no es esa su única especialidad. También están las empanadillas de atún, que aunque tienen menos fama, no por eso dejan de ser magníficas.

El Melo's. uno de esos rinconcitos de Madrid a los que hay que ir al menos una vez.

KATXIS EN LA PISCINA!

KATXIS EN LA PISCINA!

El otro día me fui a una piscina madrileña a pasar la tarde. Lo típico: tomar el sol tumbado en el cesped rodeado de mujeres en topless y mariconas a las que les asustaban los pájaros, darse unos bañejos y, por supuesto, el heladito de media tarde.

Cuando fui a comprar los helados me fijé en que un par de chicas estaban tomándose unos katxis de kalimotxo en la barra del bar. Eran aproximadamente, las seis de la tarde. Pensé que sería algo anecdótico. Un par de chicas con ganas de juerga y ya está. Pero conforme avanzó la tarde me fijé en que no eran sólo un par de chicas, sino que mucha más gente sostenía en sus manos sus katxis de kalimotxo.

¡Ala, ahi! ¡De borrachera en la piscina! ¡Que bonito! ¿Donde se ha visto eso? Además, el kalimotxo que estaban tomando tenia un color rojo fosforito que daba cierto miedaco. Seguro que procedía de Chernobil.

En fin... estos madrileños... cualquier excusa es buena para montar un poco de botellón. Y a ver si aprenden de una vez que esos vasos no se llaman "minis", que se llaman "katxis"... si es que... ains...

EL DESFILE ESTE DE LOS GAYS

Pues eso. El sábado, ni corto ni perezoso, me planté en el desfile/manifestación/cabalgata de reyes (o de reinonnnasssBeso) del dia del orgullo gay.

Un montón de gente (la prensa habla de millón y medio) por las calles principales de Madrid, bajo un sol de justicia (¿por qué no lo harán de noche? "Porque de noche no se ven bien los músculos" fue la respuesta). A eso de las 18:00 empezaron a desfilar leeeeeeeentaaaaameeeeeente la parte "reivindicativa" del desfiles, con lemas tan ocurrentes como "maricas y bolleras también son clase obrera" (?) o "Me caso hoy que se joda Rajoy, me caso mañana que se joda Zaplana, me caso el jueves que se joda Acebes, me caso con ella que se joda la Botella" (¿Estamos celebrando el orgullo de ser gay o manifestándonos contra el PP? "Calla, no ganes puntos para linchamiento").

Tras hora y pico de reivindicaciones, amenizadas con alguna que otra batucada, empezaron a pasar carrozas y más carrozas llenas de tios cachas semidesnudos. Por suerte el sol se iba poniendo y habíamos encontrado un bar cercano donde servían refrescos que sirvieron para hacer un poco más amena la tarde.

Entre músculo y músculo ("Si el amor es ciego, ¿porqué vamos al gimnasio? ¡El amor es músculo!" el slogan más inteligente del dia) y algún que otro engendro pasaban de vez en cuando famosos: Malena Gracia, Poti, Bustamante, Marta Sánchez, Tontxu, Malena Alterio con dos compañeros más de "Aqui no hay quien viva", la canaria de "El Internado" y uno de sus compañeros anodinos... La noche fue cayendo, y los regalos también. Muestras gratuitas de mascarilla capilar, crema autobronceadora, lluvia de caramelos, lluvia de condones, silbatos, extraños pañuelos, camisetas de Google y publicidad, mucha publicidad. Hice una buena cosecha de todo.

El desfile terminó a las cuatro horas y fuimos a demostrar que el amor es ciego poniéndonos hasta el culo en un restaurante italiano.

 P.D: ¿Y como sería el desfile en el dia del orgullo hetero? ¿Un montón de carrozas abarrotadas de tias buenas en top-less?